13 de octubre de 2009
A mi querida y mayor de mis hermanas Noemí...
De niños fuimos muy unidos vivimos toda clase de cosas hermosas
cosas sin iguales y llenas de alegría
pero el cruel destino de la vida,
nos hizo una mala jugada
y nos convirtió en una familia monoparental
nada que a otros se pueda desear.
Para mi ha sido muy difícil de olvidar,
aquel momento en que te fui a abandonar
tenia tan solo 9 años y tu solo 7 cuando huí de con papa
no soportaba aquella vida cruel y difícil
así que me fui con mama y quede en paz,
dejándote en la esquina de la casa,
¡ Me marche y sin voltear a tras ¡
Pero ahora que regresa el tiempo
sin previo aviso siquiera y me llega la factura,
me azotan los recuerdos
siento un vacío en mi alma
quisiera que fuera mentira,
que al irme de casa no te hubiera abandonado
y con migo te hubieras marchado.
Pero no fue así, te deje atrás sin importarme nada
y el recuerdo me castiga
como si jamás pudiera sobreponerme
siento una pena infinita,
mas dolorosa aún que por los castigos de nuestro padre
por eso te pido hermanita
que me perdones por mi gran error.
Perdona a este pobre idiota, perdona a este cobarde,
perdona mi egoísmo al no pensar sino solo en mi mismo
perdona mi locura,
no me importa lo que digan los demás,
pues ahora cargo con mi culpa y mi responsabilidad.
se que te hice daño y es hora de pedirte
esperando que algún día me sepas perdonar…
Cesar Rizo
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hola hno.!! me emociono mucho su entrada!! refleja la triste realidad y los sentimientos que muchos niños hoy tienen que sufrir cuando son separados por diferentes circunstancias, sencillamente no tienen opcion, se encuentran entre la espada y la pared.Muestra porque para Jha es tan importante que cuidemos la flia. más en este sistema donde se hace dificil mantenerla unida. Lamentablemente no se puede volver el tiempo atrás, pero podemos mirar con optimismo el futuro gracias a Jha. fue un gusto conocerle!! lo invito a que pase por mi blog!!
ResponderEliminarMi niño Precioso:
ResponderEliminarEste poema que le escribiste a tu hermanita refleja lo que uno siente cuando ha cometido errores y luego no sabe cómo poder darles marcha atrás. Pero te digo, Gemelito de mi vida, cuando somos niños, no tenemos culpa de lo que hacemos, pues no tenemos conciencia de la maldad, especialmente los pequeños de nuestra generación, fuimos muchísimo más inocentes que los niños de esta generación actual. Además, en tu caso, mi niño lindo, los sufrimientos te obligaron a protegerte, tal como te dice la hermana que te escribió, estabas entre la espada y la pared.
Jehová lo sabe y tu hermanita también.
Que Jehová te de la paz mental y de corazón que necesitas, mi niño Precioso.
Un besito.