22 de octubre de 2011

Con mucho amor para mi Madre




La luz de tu sonrisa

tan blanca

que reflejaba sobre el gris

amanecer de la mañana.



Tus bellos ojos claros,

dulces y suaves,

tu mirada tierna de antaño,

pero hoy,

refugio de tanto dolor!!!



Morada de tantas desdichas,


padecimientos y sin sabores!!!



Tus labios,

hace no tanto de fino terciopelo,

por los que ahora,

se derrochan lamentos.



Tus suaves manos,

de fina porcelana,

que ahora permanecen inmóviles sobre tus piernas inertes.



AMOR QUE TANTO NOS HAS DADO!!!



Y que muchas veces tú no recibiste.



Mares de sufrimiento manejaron tu vida,

pero tú aI igual que un marinero,

remaste hasta el fin sin rendirte.



Hoy, tristemente hoy,

daría tanto por ti,

tanto por una sonrisa tuya.



Por ver tantas cosas,

por mirar tu rostro,

por escuchar tu voz,

por escuchar tus quejas,

esas que soIía oír de maIa gana y con enfado,

pero que ahora y mas que nunca extraño.



Hoy de esa actitud me arrepiento,

y ahhh, como me lamento,

y grito al viento

lo mucho que te amo,

lo mucho que me has enseñado,

lo mucho que te debo.






MUCHO MÁS QUE LA VIDA!!!



Aún mucho más,

tu saber estar,

tu saber amar,

tu saber luchar,

tu saber soportar,

tu resignación,

y sobre todo,

tu sorprendente Iealtad.



Miro en mi interior

y todo cuanto quisiera,

sería ver tu alma reflejada en la mía.



He sobrevivido a todos mis errores,

a todas mis desdichas,

a todos mis dolores.



Pero vivir sin ti,

será tan duro,

pareciera un castigo interminable,

tal como un yugo.



Haberte visto sufrir.

DUELE TANTO,

que no se puede describir,

tanto que preferiría no existir.



Faltan lágrimas en el mundo de los hombres,

para llorar por tu amor,

falta corazón para amarte sin descanso,

y me faltará vida para recordarte,

y llevarte siempre en mi corazón.



Suplico tu perdón por Ios sufrimientos

que en su momento te cause,

y ruego a Jah que te resuscite,

y que en su momento,

si ÉI Io ve a bien,

me lleve muy junto a ti.



Cuando emprenda mi viaje,

hacía la tierra prometida,

entonces te buscaré,

allí donde el cielo azul se hace eterno

y la luz brilla por siempre,

allí te buscaré.



Esperamé que llegare hasta ti,

si Jah me da Ia vida,

te vere allí,

con esta vida o con la otra,

pero luchare por ti.





Cesar Rizo



2 comentarios:

  1. Hola Cesar, saludos desde Venezuela, puedo ver que eres una persona de nobles sentimientos y eso es lo que ve nuestro Dios en nuestros corazones. Sabes, hace poco pensaba en lo siguiente: el tiempo es unidireccional, va siempre hacia adelante, no existe una maquina del tiempo donde podamos subirnos y viajar al futuro, pero...Si se puede viajar al futuro! y sabes cómo? para ir hasta alli debemos quedarnos dormidos por el espacio de tiempo que le queda a este mundo, para quien emprende este viaje, el viaje es corto, no importa cuando lo haya emprendido, los que permanecemos en el presente seguimos en la corriente del tiempo y lloramos la ausencia de los que partieron hacia el futuro, así que desde este punto de vista, ellos emprendieron un viaje y Jehova se encargará de que lleguen alli en seguridad, en cuanto lleguen alli abrirán sus ojos y se encontrarán que ya han arrivado a ese Mundo Nuevo, nosotros los que aún estamos aqui podemos emprender el mismo viaje o en su defecto podemos llegar a ese Mundo Nuevo sin necesidad de dormirnos sin embargo esto implicará sufrimientos para nosotros (Hechos 14:22), pero al llegar alli nos reencontraremos y volveremos a ser felices junto a nuestros seres amados, asi que ANIMO mi querido hermano, estamos viajando hacia un futuro maravilloso, solo que tu mami viajará con menos dolores que nosotros y su llegada es segura! Parece de locos lo que te dije verdad? Pero no lo es! Adelante Cesar, el futuro espera por nosotros! Un beso santo de tu hermana en la fe y la esperanza!<3

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  2. Hermano mío:
    Estoy segura que eres el reflejo de Mamita. No tuve el privilegio de conocerla, pero tú la has descrito y a ti sí te conozco. La herencia de ella está en ti. Ella vive en ti.
    Sólo te pido esfuérzate constantemente, tal como lo haces, para recibir entre tus brazos a Mamita, pues ella de seguro estará en el paraíso. Somos nosotros quiénes debemos guiarnos hasta allá.
    Con la bendición de Jehová, ese día llegará hasta mucho antes de lo que pensamos. Tenemos que estar allí.

    De tu hermana que los ama con todo el corazón.

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